Deliveraciones filosóficas

Curiosa es la vida que vivimos. Si es que realmente somos dueños de ella, puesto que muchas veces lo pongo en duda.

No os ha pasado que cuando tienes algo en mente, todo te recuerda a ello. Por ejemplo: si piensas montar un negocio, te envían tropemil cursillos para crear y dirigir tu propia empresa. Si estás enamorada, no haces más que ver parejas. Si ansías un hijo, ves un montón de bebés.

¿Por qué será? Curioso, cierto? Seguramente alguna vez lo habéis pensado, pues yo os afirmo que no sois los únicos. Nos pasa a todos.

¿Por qué? No lo sé. Pero es cierto, pasa.

Por otra parte, cuando pensamos que algo está perdido... A veces se restaura, sin saber exactamente cómo, pero todo acaba encarrilándose.

En ocasiones miro a mi alrededor y pienso que algo no va bien. Intento cambiarlo y, muchas veces, acabo viendo que... Sí iba bien. Aunque otras veces dejamos pasar cosas que queremos. Y no tenemos el valor de reclamarlas.

Del mismo modo, a veces, se nos vienen dadas cosas que no pensábamos tener. Pero las obtenemos. Y ello nos produce, si más no, una sonrisa y un bienestar interior.

Una vez, un profesor de filosofía nos dijo "el ser humano no tiene imaginación, puesto que no sabe crear en nuestra mente nada que no esté ya creado. O algo que se base en algo que ya exista". Yo rebatí su frase desde el mismo instante en el que la dijo. Aunque no lo dije. Pero es cierto. Recuerdo que nos dijo: "vamos, decidme cosas". Y la gente decía "imagina esto o aquello". Él rebatía todo argumentando que ya existían esas formas o esos útiles.

Pero yo no pensaba en cosas materiales como los demás. Yo pensaba en cosas que no era capaz de definir. Como el olor de una emoción, la sensación que despierta en nosotros un sentimiento.

En "City of Angels" hay una frase realmente buena (lo cierto es que tiene varias... pero a esta le tengo especial cariño). En la escena está la chica comiéndose una pera y el chico le dice: "A qué sabe?" y ella le responde "pues sabe a pera, ¿no sabes cómo sabe una pera?". Y él le dice "No sé cómo te sabe a ti" (o algo así).

Si lo pensamos, es cierto. Cada uno experimientamos sensaciones, sabores, olores, texturas ... Pero cada uno las apreciamos de diferente forma. No sentimos igual, las cosas no nos saben igual, no huelen igual y, desde luego, no nos produce el mismo efecto tocar la misma textura.

Seguramente también será algo que habréis pensado, pero es algo que llama la atención. ¿Por qué dicen que todos los seres humanos somos iguales? No, todos y cada uno de nosotros somos diferentes. Creemos que por tener una parte "científica" parecida, casi homogénea, somos iguales. Pero no. Esa es la realidad. Creo que por ello pensamos tanto.

¿No os ha pasado eso de querer pensar lo que otra persona piensa sobre algo? Hay un inmenso abanico de posibilidades. ¿Por qué? Pues porque somos diferentes. Y, seguramente, de todo ese abanico de posibilidades se nos escape justo el concepto que tiene esa otra persona.

En fin, seguiré con más desvariaciones de estas. Me gusta escribir sobre estas cosas.

De hecho... A ver si alguien se anima y mantenemos conversaciones sobre cosas hetéreas de las que no tenemos respuesta.
Me encantan :)